Empecemos por el principio, por si hay gente que se está preguntando, pero a ver, esto del algodón orgánico, ¿qué es exactamente y qué beneficios tiene?
Pues bien, se trata del algodón que se cultiva sin productos químicos, es decir, sin fertilizantes, herbicidas, insecticidas, pesticidas, ni semillas alteradas genéticamente. La agricultura orgánica se basa en la rotación de cultivos y abonos naturales, en lugar de utilizar fertilizantes artificiales. La NO utilización de productos químicos evitan la contaminación y desertización del suelo, la contaminación del agua y reducen los riesgos para la salud de los campesinos.
Varios estudios, como el realizado por “Textile Exchange”, han demostrado que el cultivo de algodón orgánico no tiene un impacto negativo en el calentamiento global, no contribuye a la erosión del terreno, ni al excesivo consumo de agua y energía. Por lo que es una alternativa sostenible 100% recomendable.
Bien es cierto, que debemos destacar que no es suficiente con que el algodón haya sido cultivado orgánicamente, también hay que controlar que en su posterior procesamiento hasta convertirse en fibra textil sigue siendo orgánico, es decir, que no se utilizan blanqueantes, agentes, ni tintes químicos. De controlar este proceso se encarga GOTS (Global Organic Textile Estandar). Esta certificación garantiza que las fibras de algodón son orgánicas y las prendas finales también, y que no han estado en contacto con agentes químicos, cumpliendo así los requisitos medioambientales y laborales que son requeridos para obtener está certificación.
Es por todas estas razones que en Panango nos decantamos por las prendas de algodón orgánico. Destacan por su calidad y suavidad, por los beneficios que aporta al medio ambiente y la biodiversidad. Porque queremos participar con nuestro granito de arena en hacer que este planeta sea un poquito mejor. Son prendas para el día a día, prendas para disfrutar, sentirse cómodo y vivir el momento.